— Indudablemente. La rehabilitación de viviendas repercute directamente en nuestro bienestar y nuestra calidad de vida, ya que influye en los parámetros interiores de la vivienda. Mejorar las condiciones de nuestra vivienda tiene un impacto muy positivo en nuestra salud y confort. Y somos nosotros los profesionales que mejor conocemos las condiciones de habitabilidad. Podría decirse, que actuamos como los médicos de cabecera de de nuestras viviendas.

 

— La rehabilitación energética incluye obras que mejoran la eficiencia energética de nuestras viviendas y del edificio. Esto significa que se busca reducir el consumo de energía y que la energía utilizada sea menos contaminante. Los técnicos implementamos las medidas necesarias como el aislamiento térmico, la mejora de sistemas de calefacción y refrigeración, y el uso de energías renovables, son algunos ejemplos de este tipo de actuaciones de rehabilitación.

 

— Podemos solicitar a un arquitecto que realice un Certificado de Eficiencia Energética o un estudio más exhaustivo con el Libro del Edificio Existente. Estos estudios nos permiten conocer el consumo de energía y las emisiones de CO2 de nuestros edificios y viviendas individuales, lo cual nos ayuda a identificar oportunidades para reducir el impacto ambiental.

 

— Mejorar la envolvente y las instalaciones del edificio repercute de forma directa en la reducción del gasto en calefacción y refrigeración, disminuyéndolos.

 

 

— Las ayudas autonómicas provenientes de los fondos europeos se cerraron el pasado 2023, pero actualmente están disponibles ayudas a nivel municipal, como las publicadas recientemente por Zaragoza Vivienda. No obstante, os invitamos a que visitéis las Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación del Colegio de Arquitectos de Aragón, que están ubicadas en Zaragoza, Huesca y Teruel, donde se informa a la ciudadanía gratuitamente sobre rehabilitación y ayudas vigentes.

Entrevista publicada en el especial "Rehabilitación de Viviendas en Aragón" por El Periódico de Aragón en junio de 2024.