AUTOR_ I. CACHO
FECHA_1570
BREVE DESCRIPCIÓN_ El Palacio de los Condes de Sástago está situado en el Coso zaragozano junto al solar hoy ocupado por la Excelentísima Diputación de Zaragoza, al que pertenece el edificio desde su compra en el año 1981. Fue mandado construir por Don Artal de Alagón y Luna, III conde de Sástago. La construcción de su casa palacio en Zaragoza viene a ser la manifestación de su inmenso poder político, económico y social.
Este interesante edificio renacentista presenta relaciones formales con otros palacios construidos en la capital aragonesa en la misma centuria, como el de Zaporta o el de los Luna. A lo largo de su historia ha sufrido importantes modificaciones fruto de su azarosa existencia, en la que en múltiples ocasiones fue el centro de muchos de los acontecimientos que se desarrollaron en Zaragoza; así, fue posada de monarcas, cuartel de los Sitios o Capitanía General.
De un sobrio exterior, la fachada principal del Palacio de Sástago es una construcción de ladrillo que ha sufrido algunas transformaciones respecto de su aspecto original. Se articula en tres plantas o pisos; en el bajo se abren dos portadas que debieron sustituir a la original que con toda seguridad, estaría situada bajo el vano central de la planta noble. Los extremos ya estaban ocupados desde el siglo XIX por establecimientos comerciales, descritos como pequeños cuartos en el Contrato de Obras de 1570. La planta noble presenta siete balcones, sobre los que se sitúa la galería superior formada por amplios vanos adintelados. Un magnífico alero clasicista de madera, muy volado, corona el conjunto de la fachada.
Atravesando cualquiera de las dos portadas de la fachada principal desembocamos en el zaguán de acceso al patio o luna de este palacio. Tras éste se desarrolla el patio cuadrado articulado en dos alturas y la escalera noble.
El palacio de Sástago sirvió de residencia de los reyes cuando éstos visitaban la ciudad: hospedó a Felipe II en 1585, a Carlos IV y Mª Luisa de Parma en 1802, y a Fernando VII en 1815.
En 1813, fue sede del Consejo de Guerra y se instalaron allí las oficinas del Cuartel General del Ejército de Aragón, fue además residencia del General José Palafox hasta 1815.
En 1825 se instala en el palacio la Capitanía General de Aragón y desde 1827 a 1847 fue sede de la Contaduría del Ejército y jefatura de policía.
Entre 1843 y 1848 el último conde de Sástago, Joaquín María Fernández de Córdoba alquila una parte del palacio al Casino de Zaragoza, con la condición de que esta sociedad realizase obras de mejora en el mismo, que se centraron en la decoración de los salones, la construcción de la biblioteca y hemeroteca y ya en 1889 se acometería la decoración del salón principal, siempre con el respeto de la estructura de los salones principales, todo ello bajo proyecto y supervisión del arquitecto Ricardo Magdalena.
De 1882 a 1915, el patio del palacio se arrienda al Café Paris y de 1920 a 1960 lo hará al Banco Español de Crédito, quien “decora” el patio ocultando totalmente su aspecto original.
La recuperación del palacio de Sástago se inicia en 1981 cuando la Diputación Provincial de Zaragoza compra el inmueble con todo su mobiliario y se compromete a devolver a la ciudad este monumento. En la actualidad, el edificio funciona como centro de exposiciones en el patio y otras salas de la planta baja, mientras que las superiores están dedicadas a otras actividades del Área de Cultura de la Diputación Provincial.
El 20 de julio de 1974 fue declarado Monumento Nacional. El Boletín Oficial de Aragón del día 23 de marzo de 2002 publica la Orden de 11 de marzo de 2002 del Departamento de Cultura y Turismo por la que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural del Palacio de los Condes de Sástago en Zaragoza, conforme a la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés.
En enero de 1987 Europa Nostra le concedió la medalla de honor que esta institución otorga al monumento mejor restaurado de Europa y al que mejor ha sabido adaptar su espacio a distintas actividades culturales