AUTOR_ F. VELASCO
FECHA_ 1740
BREVE DESCRIPCIÓN_ Junto con algunos restos del antiguo colegio, incluidos en el actual, esta iglesia es el único vestigio de la fundación inicial de los Escolapios, dedicados a la enseñanza y establecidos en la ciudad desde 1733. Inmersa en la trama urbana histórica y rodeada hasta hace poco de calles de anchura similar, su actual aspecto, en el disparatado ambiente de la venida de César Augusto, ensanchada a costa de la bárbara demolición de la manzana definida por las calles de Escuelas Pías y Cerdán, aparece casi desorientado, fuera de escala, y convierte en innecesario su esmerada tendencia vertical que trataba de buscar el espacio superior que ahora les sobra en su frente.
Por eso su fachada debe de ser contemplada a pocos metros, elevando la vista para apreciar el ritmo de su cuerpo central, flanqueado por las esbeltas torres laterales de cuatro cuerpos sin apenas mengua. Es una composición triangular de huecos que culmina en el vértice de su remate. Un tratamiento mixtilíneo que va a enlazar los paños lisos de ladrillo con la fina ornamentación molturada que recoge sus restantes, realzando aún más su componente ascensional. Su interior, partícipe de un singular concepto de la ornamentación, configura un espacio de una sola nave con capillas laterales y crucero insinuado, cubierto por cúpula sobre pechinas.
La iglesia de los Escolapios (de Santo Tomás de Aquino) en Zaragoza fue declarada Bien de Interés Cultural por Real Decreto del Ministerio de Cultura de 29 de diciembre de 1978, publicado en el Boletín Oficial del Estado de 15 de marzo de 1979.
El Boletín Oficial de Aragón de 11 de marzo de 2002 publica la Orden de 19 de febrero de 2002 del Departamento de Cultura y Turismo por la que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural de la Iglesia de los Escolapios en Zaragoza.